Desafiados
- carlonatanaelpardo
- 20 may 2019
- 2 Min. de lectura
Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: —Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar. Simón le contestó: —Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes. Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse.
San Lucas 5:4-7 DHH94
Muchas veces luchamos en nuestras vidas. Esas luchas las realizamos para obtener o cuidar algo muy valioso. Luchamos para tener un buen trabajo, para tener una pareja o para curar una enfermedad. El problema es cuando abandonas esa lucha, cuando dejas de intentarlo. Cuando los pensamientos lógicos le ganan a la esperanza.
Le paso a un pescador que trabajó toda la noche sin poder pescar nada. Toda una noche donde a pesar de la lógica volvía a tirar las redes creyendo que esa vez sería diferente. Pero no. Las fuerzas se acabaron. Y así también la esperanza.
Pero apareció Jesús y sin importar nada de lo que había sucedido le dijo vamos a pescar. Quizás Jesús parecía que no entendía nada. Probablemente lo hayan mirado feo. Quería ir a pescar. Los pescadores decían: estuvimos intentándolo toda la noche.. Qué cambiará volver a intentarlo! La lógica decía que si se intentó ciento de veces el resultado iba a ser el mismo. Pero Jesús estaba dando la oportunidad al milagro. Ese que vence a la lógica y al pensamiento negativo o “realista”. Pedro añadió fe a ese último intento, añadió confianza, pero no una confianza en sus propias fuerzas, sino en el poder de Jesús.
Estamos desafiados a no depender tanto de nuestras fuerzas, pues algún momento se acaban y no garantizan los resultados que esperamos. Con nuestras fuerzas queremos tener más dinero y no podemos, queremos formar una familia unida y no lo logramos, batallamos contra la enfermedad y no logramos curarnos. El desafío es creer. Creer en Jesús y su poder. Cuando emprendes todo en tu vida con la ayuda de Dios verás milagros inimaginados.
A quién iremos.

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