Jamás cambia

Él es un Dios bueno; su amor es siempre el mismo, y su fidelidad jamás cambia. Salmos 100:5 TLAI La fidelidad es un valor en peligro de extinción. No solamente hablamos de fidelidad en un matrimonio, pues una persona es fiel es quien respeta una relación o trato y permanece constante sin defraudar. Llama la atención que la fidelidad se relacione tanto con la verdad, que no podríamos hablar de uno sin mencionar a otro. Pueden ser considerados sinónimos. Y esa es una de las razones por las que la fidelidad se extingue. Porque nos alejamos de la verdad. Cuando las mentiras ocupan nuestras mentes y toda nuestras vidas, las relaciones se van debilitando. Lo que antes era estable por tener un buen fundamento en la verdad pronto se vuelve vulnerable, como una casa en la playa sin cimientos profundos, expuestas a las tormentas del mar. Pero la biblia nos habla de Dios, y nos muestra cómo es Él. Es un Dios de amor que nos salvó de una vida eterna llena de sufrimientos al enviar a su hijo Jesús a morir y resucitar por nosotros. Mejor aún es saber que su amor y deseo de que vivamos una vida plena no cambia. Aunque seamos infieles, Él permanece fiel. Pues no está en su naturaleza dejar de serlo. Su fidelidad y así también su verdad no cambia. Es tiempo de que busques vivir en su verdad. A quién iremos.