Fieles promesas

Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. Declaro lo siguiente acerca del Señor : Sólo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío. Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales. Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección. No tengas miedo de los terrores de la noche ni de la flecha que se lanza en el día. No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía. Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor, esos males no te tocarán. Simplemente abre tus ojos y mira cómo los perversos reciben su merecido. Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas. Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra. Pisotearas leones y cobras; ¡aplastaras feroces leones y serpientes bajo tus pies! El Señor dice: «Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre. Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré. Los recompensaré con una larga vida y les daré mi salvación». Salmos 91:1‭-‬16 NTV Este capítulo de la Biblia es un claro reflejo del cuidado que ofrece Dios para todos nosotros. La Biblia está llena de promesas que Dios nos hace y lo mejor de todo esto es que se cumplen si o si. Siempre digo que mi Dios no es un Dios de promesas sino un Dios de promesas cumplidas. Y en este mundo donde las promesas pierden su valor es una gran diferencia. Dios es un Dios de amor y su mayor deseo es protegernos del mal, pero eso no alcanza. Las personas tomamos decisiones y estar lejos de Él es una opción que muchos toman. Pero es una opción poco favorable pues eligen estar fuera de su cobertura. Es triste ver a muchos que sufren dificultades en sus vidas por elegir estar fuera de la cobertura de Dios, pero aún así se enojan más con Él haciéndolo responsable de sus propias decisiones. Por eso te desafío a que leas y releas estos pasajes. Medita en ellos. Pues cuando te veas perseguido por alguna situación difícil debes recordar que las fieles promesas de Dios son tu armadura y protección. Eso sí, debes elegir vivir bajo su cobertura. Recuerda: Él es el mejor refugio. A quién iremos.