Las añadiduras no son importantes

Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. Mateo 6:33 NTV

Quiero compartirles tres conceptos basados en esta palabra. El en primer lugar, debemos buscar a Dios, anhelar estar junto a él, hacerlo parte de nuestras vidas, permitirle que pueda obrar en nuestros corazones y actuar a nuestro favor en todo momento. La Biblia dice que quien busca, encuentra. Pero también es necesario que una vez encontrado el Reino debemos comportarnos de acuerdo a sus parámetros pues los actos de justicia son los que caracterizan a las personas que son parte del Reino de Dios. La justicia de Dios debe convertirse en nuestra regla.

En segundo lugar, somos personas finitas. Esto quiere decir que no somos ilimitados y tampoco nuestro tiempo es ilimitado. No tenemos tiempo y esfuerzos para hacer todo lo que queremos. Es allí donde es necesario establecer prioridades y luego nuestras vidas van a estar basadas y enfocadas en esas prioridades. Entonces lo que resalta Mateo 6:33 es que no debemos conformarnos con buscar el Reino de Dios sino que tiene que ser lo primordial. Que algo sea primero garantiza que todo lo demás puede esperar porque es menos importante.

Y por último, las añadiduras son menos importantes y solo existe cuando acompañan a lo primordial. Como mencione anteriormente, cuando algo no es prioritario queda relegado y depende de que haya resto de tiempo o de recursos para que se realice. Además una añadidura no existe por sí sola, es decir, cuando mencionamos que algo es añadido rápidamente nos preguntamos a qué o a quién es añadido. Y la Biblia nos marca que todas las cosas materiales y pasajeras son añadiduras, no son tan importantes. Preocuparnos por que nos falten esas cosas o ambicionar demasiado no debe ser primordial porque es nocivo para nuestra salud y relaciones.

Si algo te tiene que ocupar el dia de hoy y el de mañana es buscar primeramente a Dios en todo tiempo y lugar. Que su justicia te acompañe en tu hogar, tu trabajo y tus asuntos. Y verás que todo lo que Dios te añade se disfrutará el doble. Porque las añadiduras no son importantes, se disfrutan mejor cuando lo tienes a Dios en primer lugar.

A quién iremos.